Por Ana María Arango
Una amiga de la ICTJ me invitó a ver hoy, el lanzamiento del documental Impunity, de Hollman Morris y Juan José Lozano. La cinta, muy valiente y honesta por demás, logró en mi mente y particularmente en mi estómago y mi alma un estado prolongado de malestar.
No es la calidad del trabajo lo que esta vez me produjo nauseas (como ocurre con desagradable frecuencia cuando me decido ir a ver “documentales independientes”), sino el reconocerme una absoluta ignorante de las causas que llevan a mi patria a la locura generalizada. Uno de mis más cercanos amigos, describiría mi actual estado como una diarrea mental.
Por mi formación académica, pero particularmente por mi paso por este país que amo con locura, he entendido que Colombia se ha construido sobre el odio y la violencia, no fueron los españoles los que nos enseñaron a matarnos los unos a los otros como muchos piensan, mucho antes de su llegada ya nuestros ancestros invertían su tiempo y esfuerzo no en construir templos sagrados o inventar complejos sistemas numéricos o astrales, sino en acabar con poblaciones enteras. Luego, la trajinada historia de la conquista, la colonia y la sorpresiva independencia mancharon más de rojo que de azul y amarillo nuestra historia.
Cuando nos proclamamos estado, entramos en la patria boba… que de boba tuvo mucho, pero tuvo más de sangrienta y que sirvió de abrebocas para lo que más tarde conoceríamos como la época de la violencia (como si hubiésemos tenido una época de no violencia!!), eso es historia, pero la guerra que sufrimos desde hace 30 años es sevicia!!.
Al que pone una bomba y mata decenas de personas, al francotirador que acaba con la vida de su enemigo, al que ordena una masacre, al que secuestra, al que extorsiona, lo repudio y exijo castigo, pero lo puedo llegar a entender.
Al que se hace a un cuchillo de carnicero y decide, mirando a los ojos a su enemigo, a su víctima, a su compatriota, a un ser humano, abrirle la pansa y sacarle el estómago mientras este aún respira, a ese no lo entiendo. A quien armado de un machete resuelve quitarle la cabeza a un niño de doce años… a ese no lo entiendo.
A el que sosteniendo a su hermano de los pies lo sumerge en un balde de ácido, a ese no lo entiendo.
He dicho una y otra vez con vehemencia que el problema de Colombia no es la guerrilla, y hoy afirmo de igual forma que el problema de Colombia no es tampoco el paramilitarismo. Esa gente no puede estar sana mentalmente!! Qué les pasó? Cuál fue la infancia que tuvieron? Qué los llevó a convertirse en las bestias desalmadas que se muestran tranquilas cuando afirman que “en 30 años de guerra fueron muchos los descuartizados, torturados, desaparecidos…” tienen alma? Qué pasó con los valores morales de estos seres humanos?
Después de alguna de las cruzadas mesiánicas norteamericanas en algún país tercermundista, el Gobierno de los Estados Unidos descubrió que sus hombres no disparaban las cargas de dinamita que juiciosamente “tacaban” en sus rifles, la razón: los seres humanos encuentran particularmente difícil matar a otro ser humano, así que el ejército gringo gastó toneladas de dinamita que sus hombres pusieron ordenadamente en sus armas sin disparar ni una sola vez.
La solución: entrenar a los soldados para que el matar sea un ejercicio mecánico, que no exija ningún proceso consciente, como el coger la chapa de la puerta cuando uno la quiere abrir, o doblar las rodillas si lo que se quiere es sentarse. El análisis que llevó a grandes científicos estadounidenses a esta conclusión, los millones de dólares que invierten en entrenamiento cada año y el esfuerzo de poner a los batallones especiales a hacer un mismo ejercicio una y otra vez hasta lograr que sea automático, serían innecesarios en Colombia.
La sociedad colombiana ha logrado producir decenas de miles de personas que no tienen ningún miramiento en descuartizar una persona viva. Qué es lo que estamos haciendo en esta sociedad que produce tantos miles de locos de forma tan sistemática en los últimos años? Al menos yo no conozco otro caso en la historia de la humanidad, en que en un solo país se concentre tanta y tan frecuente sevicia para acabar con el enemigo. No es un año, no es una década, no es un siglo, es la historia entera del país! Eso si, con una tendencia creciente a ser cada vez más sanguinarios y crueles.
Qué tiene esta sociedad que la hace tan enferma? Cuál es la enfermedad que tenemos? Cómo se transmite? Y sobre todo… tiene cura o es terminal?
Es el jugo de guayaba que nos metieron en la lonchera? El chocorramo tendrá algún componente maligno? La Ponymalta o el Telebolito nos dañaron irremediablemente el pedazo del cerebro que almacena los valores?
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